miércoles, 29 de junio de 2011

EL FRACASO ESCOLAR.

En nuestro primer post, nos queremos poner serios, y tratar un tema complicado, pero de rabiosa actualidad, haciéndonos eco de esta noticia extraida del Periodico El Mundo.


Análisis de los elementos racionales que intervienen en el proceso educacional y su evidente falta de interconexión, plasmada en las endémicas tasas de fracaso escolar y en la escasa o nula implicación de las autoridades educativas.

Insuficiente apoyo institucional y ausencia de la necesaria flexibilidad laboral en las empresas para lograr la conciliación de la vida laboral y familiar que ha favorecido la proliferación de guarderías infantiles públicas y privadas en las que el niño deberá pasar años decisivos para la formación de su personalidad y afectividad, lo que coadyuvará al desarraigo afectivo de los niños y tendrá implicaciones negativas en su posterior desarrollo psicológico agravado por la falta de tiempo de los progenitores para supervisar su proceso madurativo. A ello se añadiría la inadecuada adquisición de hábitos básicos para la maduración personal del niño o incluso ausencia total de ellos en los casos más extremos: Citaremos la necesidad de unos horarios reglados; adecuada alimentación; motivación a la lectura; valoración del esfuerzo personal como vehículo de satisfacción y superación individual así como el fomento del ahorro ante el futuro inmediato, lo cual conduce a la aparición de niños superconsentidos e hiperprotegidos con fácil tendencia a la frustración ante el menor revés o dificultad.

 Es por todo esto, que es tan necesaria la participación en actividades extraescolares, entre los niños, ya que estas les enriquecen , estimulan y les aportan  otras aptitudes y valores como la imaginación, la convivencia , el trabajo en equipo, la expresividad, las emociones, la pluralidad, el respeto hacia los demás etc

 
En consecuencia, los menores viven en mundos virtuales y sólo se motivan por estímulos audiovisuales, quedando así reducidos los soportes tradicionales de transmisión del saber (comprensión lectora, producción escrita y razonamiento lógico-matemático) a la mera condición de rutina tediosa y monopolio exclusivo de la escuela anquilosada que debería actualizar sus recursos didácticos.

Es el momento  de que la sociedad y sus mayores se den cuenta de todos los cambios que van surgiendo y  nos adecuemos a ellos, sin dejar de lado esas facetas  reales y no  virtuales, que son las que  nos hacen disfrutar de la vida.